La crisis financiera que azota al mundo, tiene a la industria automotriz como uno de sus principales perdedores. Ford, Chrysler y GM pierden millones de dólares por día. Es por esto que el 20 de abril del 2009 el presidente de Chrysler, Bob Nardelli, alertó a los medios de comunicación sobre la potencial quiebra operativa de la empresa. A pesar de los préstamos que les dio el Gobierno Estadounidense la situación era incontenible, no hubo ningún tipo de reacción.
El 30 de abril el Presidente Estadounidense, Barack Obama, anunció la quiebra del consorcio automovilístico Chrysler, después que no se alcanzara un acuerdo con sus sindicatos ni con sus acreedores. Además aseguró que el gobierno la financiará durante todo el proceso de quiebra (bankruptcy). Chrysler no quedara fuera del negocio automotriz ya que se reorganizara según lo establece el capitulo 11 del código de bancarrota estadounidense. Además se anuncio una posible alianza estratégica con la italiana Fiat, este pacto, sin embargo tendrá que ser autorizado por un juez.
Ese mismo día Chrysler publica en su página: “Chrysler y el Grupo Fiat Anuncian una Alianza Estratégica Mundial para formar una Nueva y Vibrante Compañía” claro que en ninguna parte hablan de la quiebra, solo de reestructuración. Además se les asegura a los consumidores que: todos los empleados de fabrica serán recontratados por la nueva compañía; que los distribuidores Chrysler permanecerán abiertos para servir a todos los clientes; que todas las garantías de los vehículos serán respetadas sin interrupción, para que así los consumidores podrán continuar comprando los vehículos con total confianza.
La quiebra de la Chrysler se completo después de un proceso de reestructuración que duró un mes con diez días, el 10 de Junio, Chrysler anunció que finalmente salió de la bancarrota.
La suma de las dos empresas automovilísticas —Fiat y Chrysler—, unidas ahora mediante esta alianza, dará lugar al sexto fabricante a nivel mundial. Los gobiernos de EU y Canadá serán dueños de ocho y dos por ciento, respectivamente, de la que pasó de ser Chrysler LLC a Chrysler Group LLC y que, según la firma, entró en operaciones “inmediatamente” el juzgado aprobó la alianza.
Por su parte Fiat ostentará el 20% del accionariado del grupo automovilístico estadounidense, con la posibilidad de que éste aumente progresivamente hasta llegar al 35% si se logra tener acceso a la red de distribución internacional en particular en Latinoamérica y Rusia. "Sin embargo, Fiat no podrá alcanzar la cuota de mayoría en Chrysler hasta que las deudas derivadas de la financiación pública no sean totalmente saldadas", indica el comunicado de prensa de ambas compañías.
La nueva Chrysler será dirigida por un Consejo de Administración compuesto por tres consejeros nombrados por Fiat, cuatro por el Gobierno estadounidense, uno por el canadiense y uno más por el United Auto Worker's Retiree Medical Benefits Trust.
Está previsto que este Consejo de Administración, en el que aún quedan por definir los criterios de selección de otros miembros, nombre como presidente a Robert Kidder.
Por Andrea Scolari
No hay comentarios:
Publicar un comentario