En el año 2006 los norteamericanos estaban viviendo una época de muy alta solvencia económica, todos tenían un gran poder adquisitivo y manejaban mucho dinero. Es por esto que los bancos decidieron ser mucho más flexibles al momento de entregar préstamos para comprar inmuebles, otorgando mayor cantidad de “créditos subprime” los cuales iban dirigidos a los clientes que no eran suficientemente solventes en sus capacidades de pago por lo que tienen un mayor riesgo de dejar de pagar su deuda, es por esto que los bancos prestan el dinero con un interés bastante elevado. En el momento en que el cliente deja de pagar su deuda, la casa o departamento comprado pasa a manos del banco.
Lo que sucedió fue que estos créditos subprime no tuvieron en ese momento una tasa de interés tan alta ya que los bancos estaban dispuestos a prestar su dinero en vista de la bonanza económica que estaban pasando, por esta razón la gente no dudo en endeudarse para comprar casas por lo que hubo un aumento de la oferta inmobiliaria.
Se produjo un boom en el mercado inmobiliario y mucha competencia entre los bancos por lo que no se fijaron a quién le estaban haciendo los préstamos, sin verificar si estos eran capaces de pagar la deuda que adquirían.
A raíz de esto fue que los bancos necesitaban mayor liquidez por lo que recurrieron a la comercialización de los créditos inmobiliarios lo que significa que los bancos venden a otras entidades la deuda de las personas adquirieron con ellos para conseguir una vivienda. Estos créditos son comercializados como bonos hipotecarios, es decir, en caso de no pago el inmueble queda en manos de las instituciones prestamistas.
La crisis financiera de nuestros días partió en Estados Unidos a finales del año 2006 luego de que se produjera una oferta excesiva de viviendas y mucha gente fue la que no pudo seguir pagando su deudas con los bancos. En este momento es que los bancos se encontraron con que tenían muchas casas y departamentos para ser rematados en vez de dinero. Como habían muchas casas vendiéndose al mismo tiempo, su valor disminuyó drásticamente por lo que los bancos no podían recuperar el capital invertido y perdían plata todo el tiempo.
A darse cuenta de lo que estaba sucediendo, las instituciones financieras que habían comprado los bonos hipotecarios a los bancos trataron de deshacerse de ellas, pero ya era muy tarde. Los inversionistas extranjeros perdieron confianza y comenzaron a retirar su capital de ellas trayéndoles problemas con la liquidez. El problema fue tan grande que este año (2006) quebraron dos de los cinco bancos de inversión en Estados Unidos: Bear Stearns y Lehman Brothers, este último como 150 años de historia.
De esta forma fue como un problema inmobiliario se transformó en una crisis financiera que se propagó por todo el mundo; se provocó el desplome de las bolsas de comercio de todo el mundo por lo que los países comenzaron a tomar medidas como bajar sus proyecciones de crecimiento el cual se mide a través del PIB (Producto Interno Bruto). Muchos son los países que se han declarado en recesión ya que cuentan con dos trimestres con el PIB caído, como es el caso de Irlanda.
En casos como este es que en todo el mundo se está incentivando el ahorro y la restricción de gastos; se recomienda de todas las formas posibles no entrar en pánico pues en momentos de crisis no conviene “entrar en crisis”.
viernes, 10 de julio de 2009
Etiquetas:
Crisis
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