domingo, 10 de mayo de 2009

Sexting, entre el jugueteo y el exibicionismo


Hace algunos meses, los medios de comunicación nos han bombardeado con informaciones de jóvenes que se graban y fotografían parcial o totalmente desnudos y luego por voluntad propia suben el contenido a algún portal de Internet o simplemente las envían por celular a sus amigos.
Sexting, es el nombre puesto al último fenómeno a nivel mundial, que desconcierta hasta al más liberal. Recientes estudios relevan que de 10 jóvenes de entre 20 y 30 años, por lo menos seis han realizado prácticas similares y cuatro de estos han agregado palabras sugerentes a las imágenes.

En Estados Unidos ya cobro una victima, una joven decidió quitarse la vida, al descubrir que las fotografías que se había tomado para su pareja, circulaban libremente por el ciberespacio, por lo mismo las autoridades han tomado cartas en el asunto y han decretado cuatro estados en que el Sexting esta penado por ley, claro que sólo para los menores de edad, para los que se toman la foto o grabación, se les considera como productores de pornografía infantil y para el que recibe, sin importar la edad de este, como distribuidores del material. En relación a los mayores de edad, las autoridades están desconcertadas ya que no hay una legislación que regule este tipo de prácticas, circulan en terreno de nadie, no se puede decir que es un simple exibicionismo, pero tampoco se puede catalogar como pornografía.

Aunque no es nuevo que los jóvenes se tomen fotos, si lo es que traspasen del ámbito privado al público en un santiamén, exponiéndose ellos mismo al peligro. Para la mayoría no existe una motivación real, para llevar a cabo este tipo de conductas, algunos creen que esta de moda, otros que el desnudo es arte, que el cuerpo es bello y no hay porque esconderlo y otros que lo hacen solo para llamar la atención del sexo opuesto.

Uno de los casos mas recordados en nuestro país es el famoso “wena naty”, donde una niña que no supera los 17 años, es grabada por sus amigos cuando realiza practicas sexuales con uno de sus compañeros. Tampoco hay que olvidar que generalmente son las mujeres las que acceden con mayor facilidad a dejarse grabar o sacarse fotos, algunas por aparentar ser liberales, pero otras empujadas por sus parejas, quienes lo hacen ver como una prueba de confianza entre ambos, lo malo es que cuando esa relación se termina, es ese mismo lindo chico que las enamoro, el que hace circular por todos lados la intimidad de esa pobre ingenua.

La pregunta que cabe señalar aquí es ¿Dónde esta el limite de la intimidad? o si realmente existe uno.

Por: Andrea Scolari

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