
Las principales características manifestadas en las distintas epidemias es que son repentinas y que matan a miles de personas de manera veloz, que los médicos desconocen las causas, y principalmente que no hay vacunas ni medicamentos para curar algo que se propaga de persona a persona.
La Malaria fue una de las enfermedades que terminó con la vida de miles de personas en el mundo entero en el Siglo XX, y la que es producida por un insecto que se introduce en la sangre, hasta llegar a los glóbulos rojos y los destruye totalmente. Esta enfermedad se da principalmente en países con clima templado y sólo se propaga por la picadura del mosquito o por la entrada de sangre infectada, principalmente a través de tratamientos médicos.
El Dengue y La Peste son dos epidemias que también han afectado a gran parte de la población de los últimos siglos. El primero, causado por la picadura de un mosquito –similar a la malaria- pero que se manifestó principalmente en los países caribeños y en partes de Estados Unidos. En cambio, La Peste –que es una enfermedad que data del Siglo XIV- se dio mayormente en Europa y China y su infección se da a través de pulgas y ratones. Ésta última ha sido la epidemia que ha matado a una mayor cantidad de personas en el mundo entero y la que rápidamente se propagó por todo el planeta. Una pandemia.
El contacto físico entre personas también ha sido causal del contagio de estas epidemias. Y el ejemplo más claro y que se conoce mayormente es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el que se transmite a través de relaciones sexuales, agujas o jeringas infectadas, en el periodo del embarazo, o por transplante de órganos.
El Sida o VIH está presente en más de 33 millones de personas ya ha matado a más de 15 millones en el mundo entero desde que se conoce como epidemia en 1981, y la que se propagó en sus principios por prostitutas, bisexuales y drogadictos, los grupos denominado como de “Alto Riesgo”. El virus en sí no trae alguna enfermedad al cuerpo humano, sino que ataca todas las defensas dejando al organismo debilitado al máximo y posibilitando la entrada de enfermedades mortales, como la Pulmonía e infecciones en la piel.
Es así como nos damos cuenta que estamos en presencia de una nueva epidemia que amenazó con propagarse por todo el mundo y lo ha hecho. La influenza humana, gripe porcina o AH1N1 ha matado a más de un centenar de personas en el mundo entero, siendo México el principal afectado y seguido por Estados Unidos.
Chile no está exento de esta epidemia mundial y ya se conocen cerca de 100 contagiados, principalmente por personas que viajaron a Centroamérica y que volvieron infectados al país transmitiendo el virus a gran parte de su núcleo. Por el momento el país no ha tenido que lamentar víctimas fatales y sólo se espera encontrar la vacuna para terminar con esta terrible enfermedad que ha dejado en evidencia que somos completamente vulnerables.
La Malaria fue una de las enfermedades que terminó con la vida de miles de personas en el mundo entero en el Siglo XX, y la que es producida por un insecto que se introduce en la sangre, hasta llegar a los glóbulos rojos y los destruye totalmente. Esta enfermedad se da principalmente en países con clima templado y sólo se propaga por la picadura del mosquito o por la entrada de sangre infectada, principalmente a través de tratamientos médicos.
El Dengue y La Peste son dos epidemias que también han afectado a gran parte de la población de los últimos siglos. El primero, causado por la picadura de un mosquito –similar a la malaria- pero que se manifestó principalmente en los países caribeños y en partes de Estados Unidos. En cambio, La Peste –que es una enfermedad que data del Siglo XIV- se dio mayormente en Europa y China y su infección se da a través de pulgas y ratones. Ésta última ha sido la epidemia que ha matado a una mayor cantidad de personas en el mundo entero y la que rápidamente se propagó por todo el planeta. Una pandemia.
El contacto físico entre personas también ha sido causal del contagio de estas epidemias. Y el ejemplo más claro y que se conoce mayormente es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el que se transmite a través de relaciones sexuales, agujas o jeringas infectadas, en el periodo del embarazo, o por transplante de órganos.
El Sida o VIH está presente en más de 33 millones de personas ya ha matado a más de 15 millones en el mundo entero desde que se conoce como epidemia en 1981, y la que se propagó en sus principios por prostitutas, bisexuales y drogadictos, los grupos denominado como de “Alto Riesgo”. El virus en sí no trae alguna enfermedad al cuerpo humano, sino que ataca todas las defensas dejando al organismo debilitado al máximo y posibilitando la entrada de enfermedades mortales, como la Pulmonía e infecciones en la piel.
Es así como nos damos cuenta que estamos en presencia de una nueva epidemia que amenazó con propagarse por todo el mundo y lo ha hecho. La influenza humana, gripe porcina o AH1N1 ha matado a más de un centenar de personas en el mundo entero, siendo México el principal afectado y seguido por Estados Unidos.
Chile no está exento de esta epidemia mundial y ya se conocen cerca de 100 contagiados, principalmente por personas que viajaron a Centroamérica y que volvieron infectados al país transmitiendo el virus a gran parte de su núcleo. Por el momento el país no ha tenido que lamentar víctimas fatales y sólo se espera encontrar la vacuna para terminar con esta terrible enfermedad que ha dejado en evidencia que somos completamente vulnerables.
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